domingo, 25 de noviembre de 2012


Roma,Marta y muchos treintañeros con corazón adolescente. Fiera de Cioccolato y "Let it be". Depresión post aterrizaje. Elena, Vale y Penelope. Tardes de Borsa en chipriota. Skipe con la realidad y lágrimas de alegría de fondo. Todas las comedias románticas de mi ordenador. Mi bicicleta y un tequila por cada duda en confianza.   Espaguetis autogestionados para desayunar en alemán, y pan duro calabrese de postre.   Alessandra, un bruch y sentir que el mundo a veces deja de doler y encaja sin preguntas. Diecinueve de febrero sobre el escenario y "Somebody that I used to know".  Vamos por partes:


Hace una semanas que tengo esto abandonado, pero es que prácticamente me tenía abandonada a mí misma. Cuando firmas tu contrato para irte de Erasmus, ni la letra pequeña explica la cantidad de extras con los que viene la aventura de vivir un año fuera de tus rutinas, de tus órdenes y tus lógicas, de tus yoquesé-quequéseyo que tenías bajo control. De golpe y de frente te vienen tropecientos detalles con los que lidiar que ahora mismo te parecen enormes y hacen que la mochila que traías vacía se haya llenado extremandamente rápido, para pesar quizás algo más de lo que debería estar permitido, pero en el fondo estás tranquila porque te conoces y sabes que puedes con todo y más, y que falta mucho tiempo para que te estés riendo de todo esto.

Después de pasarme por la "Fiera de Cioccolato" o lo que es igual, toda la plaza mayor de bologna repleta de Stands de Chocolate dispuestos a dejarte probar todo lo que quieras si pones carita de pena, puse rumbo a Roma para reconciliarme con la ciudad eterna, con mi presente y con mi último verano. Una vez allí gracias a Marti recorrí en 3 días kilómetros y kilómetros de cultura entre risas y la confianza que me hacía falta y que, solo tengo con esos pocos que me conocen bien. Tras el Coloseo, Trevi, Vaticano, el Circo Romano, La Repúbblica, el Jardín de los Naranjos, Il Popolo y demás, volvimos a constatar que la edad es solo un número y absolutamente nada más. Expandimos el universo y la democracia a horas en las que solo se debería expandir euforia, pero así somos nosotras, comprometidas con la causa y punto. Un brunch con mi queridísima Alessandra, con la cual coincidí el verano pasado en Strasburgo, puso un punto y final a un fin de semana que espero no tarde mucho en repetirse.

Volver a Bologna y retomar mis nuevas rutinas aquí. Yogur helado en Ugo Bassi con Penélope, la chipriota con el pelo más bonito del mundo, con quien he constatado que el corazón se rompe de la misma manera aunque hable idiomas diferentes y que Palestina no es el único lugar del planeta con problemas... Para salvar el mundo hace falta empezar por salvarnos uno a uno, metro a metro, esquina a esquina y con hechos, no palabras complicadas vacías de significado. Gracias a ella y a sus amigos he jugado a Pasapalabra en una cervecería del barrio judío bolognés, y tengo muchos Muffins pendientes. 

No solo me he introducido en la culturo griego-chipriota, Italia y su cocina, sus rebeldes, sus cafés y su música también se me están haciendo más cercanos gracias a Vale y Elena. Dos italianas del sur afincadas en Bologna que están haciendo que me siga enamorando de este país espagueti a espagueti, café a café, sonrisa a sonrisa...

Bologna está consiguiendo que todos aquí saquemos de nosotros el mejor anfitrión que llevamos dentro, el mejor cocinero o el mejor bailarín. Las noches de fiesta y realidad siguen siendo una constante que mejora con el tiempo. Sobretodo si hay licor-café sobre la mesa. Los juegos de mesa consiguen que la madrugada llegue antes de tiempo en noches como las de ayer, y la buena compañía se agradece siempre. Pero también las tardes de bibliotec en la "Sala Borsa" se empiezan a hacer constantes" y es que una aquí tiene un precioso exámen en menos de 3 semanas y debería hacer algo al respecto.

Así que pasan los días y nos hacemos mayores. Bologna en poco menos de 3 meses ha conseguido enamorarme, sacarme de quicio, bailarme el agua, ponerme nerviosa, llevarme al límite... ha conseguido que crea en las casualidades con todas mis fuerzas, que respire magia y agobio por partes iguales y que, las noches en las que he dormido con mariposas en el estómago sobrepasen a las que he dormido con la cabeza dando más vueltas por minuto de las que la creía capaz...

El 19 de febrero me subiré de nuevo al escenario para sacudir porfín mis fantasmas "igual que un perro se sacude el agua"... 

Os quiero a todos en primera fila ese día:)


@saralee




miércoles, 7 de noviembre de 2012

Venezuela turisteando: Choroní y sus playas.

Parque Nacional Henri Pittier, en el estado de Aragua

Digamos que dispones de 48 horas libres en Venezuela y quieres disfrutar de sol, Caribe, pescado fresco, ron y bailes autóctonos... Atractivo fin de semana verdad? Pues mete el bañador y la toalla en la mochila, unos 100€ al cambio, y muucha paciencia para aguantar el posible tráfico :) Y yo os explico cómo:

Sábado. Lo ideal para ir a Choroní desde Caracas es salir bien tempranito. Tardaremos en coche unas 3h, que pueden ser hasta 7h si el tráfico así lo decide! Y es que el tráfico es así de caprichoso, ya sea por accidentes o porque todos hayan decidido ir a la playa el mismo día que tú. Para los españoles puede sorprender que pensemos en meternos en coche tanto tiempo para disfrutar de la playa; es cierto que las hay más cerca, pero para ir dos días Choroní y sus playas sin duda merecen la pena.

Nos dirigimos al oeste por la Autopista Regional del Centro hacia Maracay, donde hacemos nuestra parada para desayunar unas arepas. Estamos a medio camino, dejamos la autopista y a partir de aquí vendrán las curvas. Vamos a atravesar el Parque Nacional Henri Pittier hacia el norte hasta llegar al Caribe; hay únicamente dos carreteras para ello, la que lleva a Independencia y la que lleva a Puerto Colombia, puerto de Choroní. Nos dirigimos hacia esta segunda opción. 

Playa Grande, Choroní, al atardecer.

Un poco de historia: Henri Pittier era un botánico y geógrafo suizo muy importante en su campo. Trabajó en Puerto Rico, en México, Colombia y muchos otros países de Sudamérica donde ayudó a fundar institutos meteorológicos, museos de ciencias naturales y escribió libros y publicaciones sobre fauna autóctona, hasta que se instaló en Venezuela para trabajar en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Aquí instalado, a la edad de 62 años, ayudó en la investigación en el campo de botánica, y creó el primer parque nacional de Venezuela en 1937, llamado el Rancho Grande. A su muerte este parque recibió su nombre en honor a su labor.
El parque tiene 1078 km2 y en alturas va desde el mar hasta el Pico Cenizo, de 2.436msnm. Y esto es algo que experimentamos en las curvas de la carretera. (más info sobre el Parque Nacional Henri Pittier.)
Para llegar a Choroní hay que subir mucho y bajar aún más! (Atención visitantes, preparen las pastillas de mareo) Las vistas del parque merecen la pena, las cañas de bambú alcanzan los 20m, los mosquitos una media de 30 picaduras, y las veces que te cruzas con un autobús y tienes que parar para que haga maniobra en las curvas son incontables.

Pargo con tostones, playa Chuao.
Plátano frito, ensalada y camarones.
 Al final la recompensa aparece en forma de casas de colores vivos, chillones. Choroní embriaga al visitante con su apariencia arquitectónica enclavada en el siglo XVIII. La mejor manera de disfrutarlo es alojándose en una de las tantas posadas que ofrece el pueblo. Agarrar un peñero que te lleve a una de sus playas (Chuao, playa Valle Seco, Cepe..) o paseando hasta Playa Grande.
Llegando a mediodía, el sábado dejamos todas nuestras cosas en la posada CasaGrande, y un peñero nos lleva hasta Chuao. Chuao no sólo es una playa hermosa, su pueblo es el mayor productor desde hace 400 años de la semilla del cacao criollo, cacao de alta calidad y en peligro de extinción. En la playa abundan chiringos con pescado fresco, posadas en las que pasar la noche, y una zona donde la acampada, como en todas las playas del país, es legal (aunque no recomendado por el calor nocturno y sus mosquitos!).
En el chiringuito de Juan Velocidad (todo un personaje) nos comemos un pargo, pescado de la familia de los besugos, rosado, con tostones de plátano frito y ensalada. Todo acompañado de cervezas, jugos y ron. La playa invita a pasear, el sol quema, y el agua es completamente cristalina.

Con Carola llegando a Chuao en peñero.
Por 50BsF los peñeros te devuelven al pueblo a las 16.30, ya que empieza a atardecer. A partir de aquí el plan es disfrutar de la piscina de la posada, cenar en el pueblo (esta vez una catalana, pescado también), e ir al malecón a oir los tambores y la gente bailar a su ritmo. El baile es en parejas, de carácter agresivo, como si fuera una lucha y con ritmos sexualmente muy marcados (muestra en vídeo aquí). Los vemos mientras disfrutamos de una Guarapita, bebida típica hecha con aguardiente, cerveza, ron, jugo de limón, jugo de maracuyá y mucho, mucho azúcar...
El domingo amanece seminublado, andando en 15min llegamos a Playa Grande, la playa de Choroní. Famosa por el palmeral que la delimita, por los vendedores de coco y las olas, lugar de surfistas. El día pasa rápido entre sol, que aparece al final de la tarde, la comida, y la charla entre amigos. Nos hemos encontrado un grupo de doce personas españolas y venezolanas (y un italiano) para pasar dos días que han asegurado desde las risas, la ruta gastronómica, los enfados por la impuntualidad española, la vida nocturna, pero sobre todo el relax. La vuelta a Caracas se celebra parando en una Churrasquería a cenar. Mañana lunes la semana empieza con fuerza y con ganas.
48 horas son más que suficientes para conocer otro pedacito de historia y geografía de Venezuela aquí al lado.
Para saber más, links recomendados:
Las mejores recetas de la gastronomía de Choroní en aquí.
Turismo en Chuao.
Fotos del fin de semana en el Instagram de saraillana.

SaraIllana. :)



lunes, 5 de noviembre de 2012

Bologna: lo que se aprende...

"Lo que se aprende en la madurez no son cosas sencillas, como adquirir habilidades e información. Se aprende a no incurrir en conductas autodestructivas, a no dilapidar energía por causa de la ansiedad. Se descubre cómo dominar las tensiones, y que el resentimiento y la autocompasión se encuentran entre las drogas más tóxicas. Se aprende que el mundo adora el talento, pero recompensa el carácter. Se comprende que la mayoría de la gente no está ni a favor ni en contra nuestro, sino que está absorta en sí misma. Se aprende, en fin, que por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás, siempre habrá personas que no nos quieran. Esto es una dura lección al principio, pero al final resulta muy tranquilizadora".

Di con estas palabras hará ya casi 3 años en la bilblioteca de la que fue mi casa en Madrid mientras estudiaba junto a Pablo. Él las tenía escritas en su cuaderno personal, las había encontrado en un artículo de "El País" y yo me las apropie. Me parecieron muy adecuadas en el momento que estaba viviendo, y este fin de semana me han vuelto a resultar útiles.

El erasmus, Mi Erasmus, esta dando para mucho... Aunque si me preguntáis en privado diré que para mucho de lo de siempre.. Me explico: estoy en Italia sí, en una ciudad preciosa que me ofrece mil planes cada día, hablando italiano, francés e inglés a diario, viviendo con dos italianos y moviéndome en bici, entre otras tantas cosas que suponen novedades a mi rutina madrileña... pero... cuanto más sales de casa más te das cuenta de que es todo lo mismo, cambia la fachada pero por dentro somos todos personas y las personas no cambian tanto en función del país, la cultura o el idioma. El egoísmo (si me pongo en plan negativo) está repartido "da per tutto" y sí, también el cariño y la confianza y las risas.. que aunque haya pasado unos días de encerrona y comedia romántica con chocolate, la vida en Bologna sigue siendo increíble.

Ha pasado Hallowen y he dado de casualidad (porque no podía ser de otra manera) con dos de los centros ocupados que hay en Bologna. Digamos que son tipo "Tabacalera" madrileña y son una pasada. He aprendido en estos días que en Italia tambien hay independentismos y que en el norte se sienten más alemanes que italianos... Que la música en acústico en Bologna vas a dar con ella aunque no la busques, que la plaza mayor sigue viva aunque la temperatura empiece a descender más de lo que yo quisiera y que no hace falta mucho alcohol para que en un viejo apartamento convertido en bar me de por sentarme al piano a tocar "los mosqueteros"... Tambien que al lado del centro de bologna hay un río, no muy bonito que digamos, pero si para llegar a él te lleva tu compi de piso sentada en la parte de atrás de tu bici gritando en Italiano bajo el sol que todavía sale por aquí, merece la pena el riachuelo y los kilómetros de viaje hasta él.

Piano piano si va lontano que dice mami...

@SaraLee



viernes, 2 de noviembre de 2012

Caracas pide lluvia

Jamás creí oír en mis pensamientos: 'que llueva ya, por favor.' Hoy ha amanecido con nubes grises, pero la humedad se aparta con los brazos para poder caminar a 30ºC. Aún 30ºC a primera semana de noviembre.
Para alguien que no suele sudar esto es un calvario, sentir que en el camino al trabajo necesite dos duchas frías!
Soy la única que lee en el metro (Cuentos de película, de Cortázar). Me encanta que la música del metro sea de piano exclusivamente; el ambiente que crea contrasta con la prisa de los transeúntes.
Ahora, en el 'carro' (taxi compartido) el chofer canta. No hay uno que no lo haga, pena que sean temas de Pitbull..
Caracas continúa, hoy con Concierto de Halloween en la academia :)
SaraIllana

lunes, 29 de octubre de 2012

Mami and Daddy vienen con cargamento!

Con la llegada de padre y madre a Bologna ha llegado también el frío. A diferencia de Illania, quien parece vivir en el paraíso del sol, el ron y la naturaleza bañada en caribe ,aquí aunque ron también hay (peor seguro), el sol ya nos ha abandonado y la naturaleza hay que ir a buscarla kilómetros fuera del segundo centro histórico más grande de Europa en el que vivo. Al mar iremos cuando la temperatura sea un poco más favorable al hecho, porque a día de hoy Bologna dificilmente roza los 10 grados.


Pero no es solamente frío lo que me han traído desde casa. Por fín tengo mis jerseys de lana, mis gorritos y bufandas, mi querida ropa de baile, mi bendito Krugman  (gracias sari por hacérselo llegar a mamá) y mi libro de francés... Aunque lo que más se aprecia en mi pisito de los 23 kilos de maleta, son el queso y la manta que mamá, a pesar de que mi padre crea que me están mimando demasiado, ha conseguido meter en la maleta.

Así que ya tengo todo para proseguir con mi aventura bolognesa. Con mis clases de derecho internacional donde Manzini nos hace entender muy bien como "quien hace la ley hace la trampa" y es que él, tras año en la comisión europea se sabe los trucos y es considerablemente amable a la hora de compartirlos con sus entusiasmados alumnos, quienes nos creemos firmemente que algún día podremos denunciar, sabiendo las trampas, todo aquello que nos molesta de este mundo en el que vivimos. También puedo proseguir con mis fiestas erasmus donde el español está dejando de ser la lengua oficial... la verdad es que un cumpleaños chipriota era lo que me hacía falta la semana pasada:) Tambien sigo con mi baile, donde ya me han dejado caer que podré pisar tambien teatros italianos!!  

Así que sí, sigue todo bastante en orden, y a otra velocidad gracias a mi querida y hermosa bici, la cual ya ha experimentado lo que es llevar a Silvi, mi compi de piso, de paquete... No nos matamos así que damos el balance por positivo!

Que mamá y papá hayan pisado Italia me ha permitido viajar con ellos, y así he vuelto a Venezia. Estando allí, cuatro años después de la primera vez, disfrute como una niña. Como la niña que sigo siendo. Y es que San Marcos inundado hasta las rodillas da para muchas risas cuando son los Wolfe García quienes tratan de atraversarla maletas en mano! Burano y Murano son un Must que nadie debería de pederse.. Italia está llena de rincones que no aparecen en las guías oficiales de turismo que deberían estar en las listas de todo aquel que quiera empaparse de esto de verdad.

Estando en el tren daddy dijo que me veía bien, muy bien. Cuando empecé el blog decía que me daba respeto todo esto porque estaba yendo demasiado bien. Creo que todavía tengo que pincharme cada mañana para creérmelo de verdad. 
También dijo que veía clarisimamente porque me veía así: dijo que yo no era ni española ni americana como dicen mis documentos oficiales... mi corazón, siempre según daddy, es italiano. Encaja perfectamente con la manera tan suya de gesticular en todo momento, de hablar mucho y muy rápico, con esa pizca de dramatismo teatral que envuelve a estas ciudades, con el "me como el mundo" que parece desayunar la sociedad por aquí...

Sí, la verdad es que una se encuentra muy agusto por aquí, y ultimamente sonríe más de lo que lo ha hecho en mucho tiempo... ¿por qué será:)?

Ciao!!

@saralee


domingo, 28 de octubre de 2012

Caracas, el Caribe y el Centro Asturiano

Soplando las velas en el 58 Aniversario del Centro Asturiano de Caracas.
Digamos que el fin de semana pasado no cuenta, turísticamente hablando. Culturalmente en cambio fue una buena bienvenida: dos noches 'tomando' ron venezolano, con vistas al Ávila hasta que aparecía el sol, y con un concierto de la Simon Bolivar para limpiar resaca y poner broche final el domingo.
Este fin de semana sí que sí, completo cultural y turísticamente.
Con la alegría en el cuerpo de haber firmado contrato en una escuela privada de piano llamé a dos amigas que me sacaran de girl's friday night. Aprétense los cinturones, o mejor los vestidos, y enfúndense en sus mejores tacones. Vanessa es una periodista venezolana que me explicaba las elecciones con emoción y rabia, y Carola, una pelirroja periodista catalana corresponsal de la agencia EFE, que me preguntaba si yo era catalana. No me sorprendió; fonéticamente Teberga sigue usando vocales palatales.
La noche venezolana está plagada de miradas. 'El juego de las miradas' lo denomina un conocido, aquel juego de todo el mundo mira a todo el mundo de forma coqueta aunque estén bailando con su pareja. Me explica Vanessa que los venezolanos 'son muy ambiguos' y la monogamia es un bien que escasea.
Ayer sábado madrugamos ambas tres, y con una nueva compañera de aventuras -Elena, economista catalana- nos fuimos a la playa del Caracolito, a dos horas de Caracas.
Las autopistas son una aventura en este país. No hay límite de velocidad, pero tampoco se ve que los carros vayan a más de 100km/h. El arcén derecho es el carril del espabilao, o el carril rápido; aunque también es porque el que van motos en dirección contraria. Los intermitentes no se usan, y en cambio uno va tan alerta que no nota peligro en esta forma de conducción que en nuestras casas veríamos como temeraria.

La autopista está rodeada de verde, así es el país, y cuando uno llega a la costa y aparca, tarda unos metros en dejar la espesura atrás y ver el mar. Los colores cambian y ya sólo la paleta de azules y verdes cuenta, y los olores a frutas y pescado fresco que venden en la Lunchería.
Las playas están llenas, pero los grupos que se forman son diferentes a los españoles. Aquí se viene en familia, con la cavita (neverita) llena de alcohol y mezclas, fruta, y cómo no, con la música a tope. Cada mesa o lancha anclada compiten en greatest hits del reggaeton, y los cuerpos idílicos de venezolanas que uno se imagina no aparecen por ninguna parte. Esas están en lanchas privadas. "Las niñas bonitas no las verás en la calle, sólo viajan en carro"; aquí en la playa estamos las mortales, pues.
En la playa no te falta camarero privado. A Caracolito se llega en lancha desde Puerto Francés. Todo pasó muy rápido: la autopista, el camino, el muelle, la lancha, la bebida de bienvenida, las tortas de plátano frito.. Pero de repente una está en el agua y se para el mundo. Ahí sola pude recapacitar y darme cuenta de la burbuja que parecía que estoy viviendo. Dar clase por las tardes, acompañar, montar repertorio, y pasar el fin de semana en el Caribe. Suena idílico, pero es mortal y cercano, se puede hacer. No me haré rica al estilo que algunos piensan, pero sí en experiencia de vida.

El broche final al fin de semana fue recibir una invitación de Ana Gloria Somoano, presidenta del Centro Asturiano de Caracas, para asistir al brindis del 58 Aniversario del centro. Hugo y yo fuimos. El centro tiene restaurantes, bolera asturiana, capilla a nuestra señora de Covadonga, grupo de baile, de gaitas, coro y una piscina con las mejores vistas de Caracas. Nos sentaron en la mesa presidencial, nos presentaron a todo el mundo, y nos trataron genial. Cantamos, contamos historias...
Ahora tramitaré mi membresía y el fin de semana que viene tocaré en el centro el piano con Marino, el director del coro, y empezará una bonita etapa de fines de semana como en casina. Pero a 6.700km.
Mamá, papá, (a mi hermano no me dirijo porque ni me lee) ésto no me hace más feliz que casina, ni me voy a quedar, no os preocupéis! En Navidad me tenéis ahí, después del concierto final del 8 de diciembre con mis niños. :)
Caracas continúa, empieza la tercera semana, y tengo una estabilidad de clases, y varios conciertos que acompañar. Ya con la vista en la playa a descubrir el fin de semana que viene!
SaraIllana

lunes, 22 de octubre de 2012

Caracas: Una semana de color y ron

Las sillas del Centro de Acción Social por la Música. Sede del Sistema.


Siete días aquí ya y problemas intestinales. Ya tardaban, aunque el récord lo tengo con Vínculos 2012, en el que me puse mala de la barriga cuando llegué a España, después de 22 días en Marruecos. No me quejo. Es todo el hielo, no las botellas de ron. Es el agua.

El fin de semana pintaba bien: playa y subir al Ávila. No hicimos ninguna de las dos. El viernes de noche, planeando el sábado playero, nos sorprendió el sol en la terraza, y seguimos de doblete hacia un domingo de bellos durmientes. Ambas noches llenaron el piso de gente nueva para mí, una periodista, una cellista, los vecinos de abajo, más amigas, una pareja de vecinos que dejaron a las gemelas de un año durmiendo solas en la cuna.. Noche tranquila, con copas y música de Sabina, Milanés, Aute, Silvio Rodríguez..

A aquellos a los que les prometí cartas escritas he de decir que los lugareños me han recomendado que me olvide de hacerlo. El Correo postal es un caos que hace que las cartas tarden con suerte dos meses. Aún así, las sigo escribiendo y las llevaré conmigo aunque pasen meses y queden arrugadas y amarillas.

Por esta hermosa ciudad se puede pasear sola, salir a comprar o tomar algo a mediodía. En una ocasión me llevé un libro para tomar un café en la terraza de un colombiano. Más tarde, el dueño del piso donde me estoy quedando me invitó a un cubalibre en otra terraza. Echando cuentas, y sin exagerar, en una semana en Caracas recuerdo haber acabado en casa cuatro botellas de ron y alguna de ginebra. El ron en pequeñas cantidades, con hielo, y solo. Exquisito, sin emborracharse y sin dolor de cabeza al día siguiente. Mi madre se asustaba en el skype cuando le expliqué mis cuentas. Según los cálculos, y teniendo en cuenta que tomamos para comer, a media tarde y de noche sin excepción semanalmente: soy una alcohólica. Hoy es lunes, y empiezo una dieta non-alcohol que intenté empezar ayer, pero cené con un Pisco Sour y dos Tepuy.. Pero hoy es el día definitivo!

La Simón Bolivar tocando Stravinsky, Prokofiev y Tchaikovsky.
Una de las cosas que esta semana me ha enamorado de Venezuela es el hecho de que la música en directo de la Orquesta Simón Bolivar sea GRATIS. Sí, cuando de gira por Europa costaban las entradas entre 60 y 100€.. Tocan todos los sábados o domingos, a las 11h o a las 16h. Entrada libre, lleno de familias y con el director Diego Guzmán dándose la vuelta para explicar históricamente cada obra que iban a tocar. Llegué a la carrera, y el hombre de la entrada me reconoció ya, y me dijo: Así no puede usted entrar (iba en shorts), y yo, después de haber corrido hasta el metro, y desde el metro, y darme cuenta que a 31ºC una suda si corre, le dije: "Hombre no me matee! Mire esa señora tan linda con vestido corto, yo no soy tan linda? Tengo mejores piernas!" El señor reía: "Que sea la última vez que pase". Dentro, empezando el concierto de forma puntual, la cuerda toda eran uno, respiraban y se movían a la vez. Yo sentada en esas sillas de colores chillones asombrada con el órgano de la sala, y la acústica, y mi amigo Pedro Carrero (trombón solista) quejándose porque sólo tocaba, y poco, en el Cascanueces de Tchaikovsky. 


El fin de semana así se pasó, con más bebida que de costumbre, con compañeros de piso con uñas de las manos pintadas de rosa, el sofá lleno de vino tinto (yo no fuí), la moqueta con cristales (tampoco), alguien quejándose de que no podíamos bañarnos en la piscina del hotel donde tomábamos cubalibres, dos compañeros inconscientes con fiebre y una servidora haciendo bizcocho de chocolate y con problemas intestinales. Va a ser todo el agua, o el hielo, estoy segura mamá.

SaraILlana.

domingo, 21 de octubre de 2012

BOLOGNA: Esto va en serio!

Dos años en Madrid me enseñaron muchas cosas y unas de las que me llevo siempre conmigo es el tener muy presente que "no sabes muy bien lo que tienes hasta que lo pierdes". Separarme de vida en la capital hace que me de cuenta de lo mucho que aquello me hace falta. Las tardes rizosas en el guadalupe, las cenas de las nueve en punto,  mi jazz en el Horno o mis martes malasañeros en los diablos se echan mucho de menos. 

He tenido que echar kilómetros entre Madrid, Oviedo, y mi misma, para darme cuenta de lo mucho que me hacen falta ciertos abrazos, o algunas rutinas muy mías. Sé, por experiencia propia, que es muy cierto eso de que nos solemos arrepentir de lo que no hicimos, y para mí, reflexiva donde las haya, el tópico se vuelve verdad universal. Y me niego a que Bologna forme parte de esa Sara que todavía cree en las segundas oportunidades...

Así que porfín, despúés de mes y medio aquí creo que doy por comenzado mi tercer año de universidad, mis 20 años de paseo por Italia. Con el learning porfín modificado y firmado una respira más tranquila. Además novedad donde las haya: tengo bicicleta!!! Este fue uno de los motivos por los que elegí Bologna. Tras un verano en Santa Bárbara yendo a clase en bicicleta y sufriendo accidentes en las rotondas californianas, y un verano de lujo por Strasburgo, tenía claro que mi vida necesitaba una bici. Así que hace poco días la conseguí como se hace aquí en Bologna, dirigiéndome a la Montagnola (parque de la ciudad) a la subasta más extraña que he presenciado en mi vida. Se trataba de llamar la atención y, aunque costó lo suyo, mi empeño y el abanico rojo de lunares negros de Anaelisa hicieron posible que hoy recorra las calles bolognesas de otra manera. Yo solo digo que Ugo Bassi (la Gran Vía Bolognesa) cerrara al tráfico a las 3 de la mañana en bici, es sinónimo de felicidad absoluta... Y no todo es disicutible...

Cada uno vivimos nuestro Erasmus como buenamente podemos, sabemos y más importante: queremos! Sara Lee no va a dejar de ser Sara Lee porque haya cambiado su domicilio, y porfín empieza a organizar las rutinas que necesita. Macarena, sí, he empezado a baile. Después de pasar una prueba para poder entrar en el grupo de nivel avanzado de jazz lírico, estoy ahí dándolo todo, lunes y jueves de 7 y 30 a 9, además, cerquita de casa! También mi cabeza inquieta ha encontrado porfín amnistía internacional en Bologna, y el martes comienza sus reuniones! Además, tras poner mis pies un sábado sera en un festival internacional de derechos humanos con música africana de fondo, empiezo a sentir que estoy aprovechando todo lo que Bologna tiene que ofrecerme...

Pero mi Eramus, queridos mami y  papi, también está incluyendo noches de fiesta como es debido, y conciertos de música en directo, y cervezas en verdi, y cenas de tequila en el Pratello!

Todo en orden por aquí!

CIAO RAGAZZI!!

@saralee




miércoles, 17 de octubre de 2012

Caracas siesta time

Segundo día en Caracas, y ya tengo localizados la Embajada, el Centro Asturiano y el Colegio Cervantes (Institutos Cervantes en Sudamérica sólo hay 6, todos ellos en Brasil).
Acabo de tomar mi primer zumo de papaya como acompañamiento de una tortilla con chorizo de ciervo que nos hemos hecho en casa.
'Lo mejor de Venezuela es esto', me dice Hugo. Y me lleva a tirar la basura, en el pasillo del piso 13 donde vive. Abre una minicompuerta y lo tira abajo, por un 'bajante', que lo llaman aquí. 'Es lo mejor porque en invierno cuando hace frío no tienes que bajar la basura a la calle!'. Ajá, con 'frío' Hugo se refiere a los 23ºC a los que baja la temperatura en diciembre.
Ahora estamos a 30ºC, y ha empezado a llover de forma exagerada. De esa forma que no se puede salir de casa porque las carreteras son ríos marrones que le llegan a una por la rodilla. Lo único inteligente ahora es echar una siestina, folgar un poco, que diría mi padre. Y eso sí que es por ahora para mí lo mejor de Venezuela, dormir oyendo llover en la terraza, con la puerta abierta y que NO haga frío, sino que 'enfresque' lo justo para no pasar calor pero poder dormir sin tener frío. Y lo dice una que es una friolera.

Saraillana from Caracas.

martes, 16 de octubre de 2012

Caracas 1. Vuelo y primer día.

Iberia MAD-CCS: 9h25min. Salida: 13.05.... Espera, no era a las 13.30?? Vaya, yo que iba para llegar una hora y media antes resulta que ahora llegaré al aeropuerto SOLO una hora antes. Y eso me pasó. Y ahí se me ve facturando, colándome de todos y corriendo hasta la Terminal R que, mira qué casualidad, es la que queda a 22min. Pero en 19min cierra mi vuelo. Bueno pues a correr.
Al final llegué. Por eso escribo 'Vuelo y Primer Día', pero en la cola de embarcar yo pensaba, como muchas otras veces: ya te vale Sarina.

De 9h dormí 5, el resto se fue en comida, merienda y leer un poco. Llegamos, en la aduana te preguntan: 'lleva usted explosivos o armas?' Mmmm no, déjame pensar, no, creo que en este viaje no.. 'y qué viene usted a hacer en Venezuela?' visitar a mi novio. 'puedo ver su boleto de vuelta? .... Chévere, buena estancia'.

Y así entra uno en Venezuela, con muchos euros y la intención de quedarse un buen tiempo. Easy.
El viaje del aeropuerto a Caracas son 40 min, pasando la sierra del Ávila y subiendo a 915m, altura en la que se encuentra el valle de Caracas. El modo de conducción: intuitivo. Los espabilados van por el arcén. Exclusivamente todos los coches llevan los seis cristales tintados, por seguridad. Los pósters de Chávez abundan. Llegando a Caracas, y ya totalmente atardecido y oscuro se empiezan a ver lucecillas alrededor, como luciérnagas: son los barrios, los 'ranchitos' de las afueras. Ocupan muchísima extensión de las montañas, y aunque sea Caracas, están muy lejos. Así de grandes son.

Al llegar de noche el único plan es aguantar despierta lo máximo posible para adaptarse al horario de 6h30min menos. Fácilmente aguantable, lo explico: si sales en España hasta las 6 de la mañana y al día siguiente te levantas hacia las 2 para comer (y porque tu madre ya te está riñendo) es como acostarse aquí a las 23.30 y levantarse a las 9.30. Muy fácil adaptarse, la resaca del jetlag aparece en el vuelo de vuelta.

La bienvenida al despertarse era increíble. Desde el piso de Hugo (mi buen samaritano) se ve la cordillera del Ávila y parte de la ciudad (foto1). La mañana se fue en cambiar euros-bolívares y hacer la compra. Grandes ciudades necesitan moverse lento.
El Bolivar estaba esta mañana a 14=1€ en el mercado negro y a 6=1€ el cambio oficial. Es decir: cambiar en el banco te hace perder dinero, pero el otro cambio es ilegal, y yo no me pronunciaré en asuntos ilegales.

La tarifa de internet para el móvil es 15€ el mes, llamadas incluidas y 1Gb... Incomparable con España. Por lo demás, la ciudad es cara, como cualquier capital.

A la tarde nos sorprendió una buena lluvia tropical, con rayos que metían miedo por la cabeza. Qué se hace en Venezuela cuando llueve? Quedarse en casa, leer un poco un libro sobre Venezuela y beber ron autóctono, en mi caso. Y dejar que pasen las horas.
Hasta la semana que viene no tengo dos encuentros con mis próximos posibles jefes, hasta entonces, a conocer poco a poco la ciudad a su ritmo, lento, y a seguir con esta botella de ron Selecto de la Hacienda de Santa Teresa (foto 2), con ruidos de policía y ambulancia de fondo, como en las grandes ciudades en las películas.
Caracas cominciamo, 24h aquí, dos paseos por la ciudad, una mañana a 30ºC y una tarde de tormenta y yo ya me siento adaptada, y convencida de que me va a gustar.
Saraillana <3

domingo, 14 de octubre de 2012

Caracas -1. Último atardecer desde España

En doce horas me sentaré en un avión que en nueve horas y media me dejará con dos maletones en la central de inmigración del aeropuerto Simón Bolivar de Caracas durante al menos otra hora... Y todo esto con la confusión que sentirá mi cuerpo de volar acompañando a un sol que nunca atardece..

Pero esperen, empecemos de nuevo, esta entrada solo hace que agobiar al que lo lee!

A una semana de volar, aun estaba despidiéndome de gente que no tardaré en volver a ver, comiendo mucho y durmiendo poco. Hoy de repente era la hora de cerrar esa maleta que no estaba hecha, imprimir billetes, llevar pasaporte, dinero, vacunas...

Vaya, sigo mostrando agobio y un ritmo de 1000 por hora... Y eso que este blog tenía como una de las finalidades mostrar a mi madre que todo va bien y de forma tranquila. Vale, a la tercera va la vencida:

Mi maleta de mudanza pesa 16kg, siempre he sido muy práctica; además, la ropa de verano no pesa! Y en Venezuela esta semana están a/entre 28-32ºC.
En Venezuela la CocaCola cuesta 1,70€ pero llenar el deposito de coche apenas 0,55€ (sí, LLENARLO). El ron es de calidad y barato, y no se comete la aberración de mezclarlo con CocaCola. No hay límites de velocidad ni controles de alcoholemia.
Sí, parece que ya se me dibuja una sonrisa en la cara.
Hoy desde la ventanilla del coche y bajando a Madrid vi el último frío atardecer castellano, pensando que aunque dejo aquí a las personas a las que quiero, allí me espera algo por descubrir... Bueno, como española no diré 'descubrir' en un país en el que su presidente se muestra tiquismiquis con estos antiguos colonos. Como Chávez dijo una vez: 'España no es la madre patria, España es hermana. De ser madre, sería una mala madre..'
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Caracas allá vamos, no 'lluevas' por favor, que me dejé el paragües al pasar el Negrón ;-)

miércoles, 10 de octubre de 2012

Bologna: tercera parte.


-       ¿Tomas algo para ser feliz?
-       Sí, decisiones.
Aunque no siempre el destino viene con gps, a veces las coordenadas son todo menos exactas y los desvíos te envían camino al paraíso, que se encuentra debajo de tus sábanas y, tú sin saberlo. A veces lo único que nos hace falta es marcharnos de nosotros mismos una temporada para coger perspectiva y volver con fuerza o decidir no volver, (a gusto del consumidor).
La vida no es eso que pasa mientras esperas. La vida, para mí, son las consecuencias y casualidades de la que quieras formar parte, y la única manera de participar es arriesgando (más o menos), pero arriesgando. Me explico: consecuencias porque  todo lo que sube baja, lo que va, suele volver de una u otra forma y, porque el tiempo nos pone a todos en nuestro sitio (antes o después). Y, casualidades, porque negar el porcentaje de suerte  que hay en todo esto  sería demasiado inocente (y ya vamos cumpliendo primaveras).
Cómo explicar sino que haya caído en manos de los gallegos más hospitalarios que hay en toda Italia, que tenga un piso estupendo (y barato!) en el Pratello con una madrileña que poco le falta ya para ser la hermana mayor que nunca tuve y, dos alessandros con los que una se siente ya casi casi italiana. Qué explicación tiene que cuando tengo porfín que cambiar el learning, es para meter las asignaturas que quería coger desde un principio y pensaba inexistentes este  curso. Además, llueve solo cuando mi trayecto está porticado completamente.
A quí de repente una noche amaneces carbonara en Zamboni, y a la siguiente pasas una de risas e ironías con ingenieros valencianos perdidos por la città rossa y no hay un porqué de diccionario detrás de cada anécdota, y es mejor así. Son las casualidades de cada uno las que hacen nuestro Erasmus nuestros y, que nos quiten lo bailao!
En los dos años que llevaba en Madrid hubo una frase de esas de película, que rondó mi cabeza noche sí y noche tambien: Estoy esperando la casualidad más grande de mi vida….. Cuanto daño hacen las películas. Y es que quien escribió ese guión estaba muy equivocado. Las casualidades, y más aún las más grandes, no se esperan en ninguna parada. Vienen y punto, de golpe y de frente para arrancar de raíz todos tus principios y finales, dejándote delante a un libro en blanco con un boli en la mano. Palmadita en la espalda y a seguir, que es lo que toca.
Bologna enseña a base de trampolines de los que ya me tiro con estilo y un finde fuera de casa, a muchos trenes de distancia, muestra que el miedo que tenía al transporte ferroviario queda atrás el momento en el que necesitas que se quede atrás.
 Pues eso que caminante no hay camino, se hace camino al andar, y en eso estamos, sin internet todavía, pero en eso estamos.
@SaraLee

miércoles, 3 de octubre de 2012

A doce días de Caracas

A doce días de Caracas

Tom Jones (no, no el cantante) llevaba años viviendo en Londres y había adquirido una rutina aburrida. Pero en vez de mudarse decidió darle otro enfoque y redescubrir la ciudad. Creó una web en la que cada día escribió una nueva idea de qué hacer en Londres. El éxito que consiguió le llevó a firmar por una editorial y ahora podemos disfrutar de sus consejos en 'Tired of London, Tired of Life: One thing a day to do in London'.

Estoy segura de que Caracas me puede ofrecer lo mismo. Aunque no creo que ni el tiempo ni mi escasa libertad de movimiento me permitan disfrutar de esas ideas a diario!

Por lo pronto, en cuatro días tendrán lugar la elección de Chávez o Capriles como presidente de Venezuela por seis años más. En cuatro días es mi vuelo, que esta mañana he cambiado para el próximo lunes 15. El domingo 14 me empezaré a dar cuenta de en dónde me he metido..

'Te vas a cansar de ver ensayos de la [orquesta] Simón Bolivar'. No, Hugo, eso nunca. No me cansaba de ver los ensayos abiertos de los jueves de la Gürzenich en Colonia, no me cansaré jamás de la música en directo en su proceso de ensayos.

Pero ¿por qué se va Illana a Venezuela? Prometo que esta vez no dejé caer mi dedo al azar en un mapa. Digamos que para un culo inquieto que ha hecho un poco de todo en estudios y vida mudarse a Venezuela era la única opción para tener la oportunidad de seguir desarrollando varios sueños a la vez. A saber: gestión de proyectos y  management por un lado, y piano por otro. Allí hay demanda, gente con ganas e imaginación y muchas oportunidades. (También hay una media de 27ºC, la playa literalmente cerca, buena carne, [arepas!!!], buen ron y gente con una personalidad más cercana y abierta que aquellos alemanes de hace dos años)

Conclusión: Adquirido! Estaré a 6893km de casa, y a 8627km de Bologna y mi Sari, pero el esfuerzo merece la pena. Se que la frase: 'estáis invitados a visitarme!' no moverá a mucha gente, los vuelos son caros. Pero ey! Ahorrad, tenéis meses para ello y yo aún seguiré allí! :)
Caracas countdown! @Sarillana

viernes, 28 de septiembre de 2012

Bologna prosigue

Sabes que tienes suerte cuando después de una settimana aquí en la que nadie ha pisado sus clases, tu has conseguido no faltar a ninguna, y es que la única que pensabas que te habías saltado no empieza hasta la settima prossima. Como dice madre: sin quererlo queriendo las cosas van saliendo, o mejor aún: piano piano si va lontano (que viene más al caso).

Bologna se está portando. Poco falta ya para que el internet vuelva a mi vida y comience a habitar el siglo XXI que me rodea. I miei proffesori adoran a la única erasmus que tienen y a mí, sus clases me enamoran. Tras una semana de economía monetaria internacional entiendo que aquí, trabajo se escribe con L en las fórmulas, pero que los capitales bailan lo mismo o más que en casa. Tres clases de derecho internacional y globalización me han dado para engancharme a Mazzini con todas las ganas del mundo. No todos los días se debate en clase sobre el derecho a la vida con expertos de primera mano. Mi facoltà respira cultura. Entras y te encuentras a la izquierda con el rincón del poeta, un poco más allá se abren las escaleras repletas de estatuas cual museo, mientras que al fondo se abre el giardino del pensamiento, donde estudiantes y profesores reflexionan insieme. La verdad es que así sí, uno madruga para ir a clase, y más si lo hace para tener solo dos horinas de sesión lectiva:)

Nuestro querido apartamento comienza a estar habitable del todo y por fin hemos comenzado a cocinar! (Me llevo mejor de lo que espera con la cocina de gas_ nota mental). Domenica arriva el Alessandro que nos falta para por fín ser ya cuatro en nuestra humilde morada.

Pasan las horas bajo i tetti rossi de ésta, mi nueva ciudad, y una sonrisa ya es la primera prenda de vestir que me pongo por las tempranas mañanas que vivo aquí. Y es que no puede ser de otra manera. Todavía no tengo claro que todo esto sea real. Tras probablemente a ver pasado unas de las 24 horas más bonitas que han vivido estos pies en mucho tiempo, Bologna prosigue.

Es viernes y Sara Lee hoy sí  hará honor a su beca.

Ci vediamo:)!


martes, 25 de septiembre de 2012

Bologna cominciamo!!

Me da miedo pensar lo rápido que pasa el tiempo cuando estoy a gusto y, respeto que todo esté yendo demasiado bien, como si algo malo tuviera que pasar para creerme que Bologna no es de mentira. Hace exactamente ayer dos semanas que puse los pies aquí por primera vez, aunque mi cabeza sigue con problemas de ubicación espacio-temporales (como si quisiera estar en Madrid mientras echa de menos Oviedo o Rabat pero sabiendo que está bien, troppo bien).
No hace tanto quedé con la que hoy es mi primera compañera oficial de piso y nos prometimos que todo tenía que ir bien, que no podía ser de otra manera, y no estamos faltando a nuestra palabra.
Bologna innamora. No hace falta estar aquí más de un par de horas para saber que el rosso de sus paredes engancha desde el minuto uno, que sus noches son eternas siete días a la semana, que sus calles hablan cientos de idiomas diferentes, que se come bien y que se respira confianza. Creo que ésta ha sido una de las claves de estas dos semanas: Confianza. Lo dice una que en doce días ha vivido en tres casas diferentes antes de pisar la suya propia. A veces se trata de eso: de tirarte del puente más alto que encuentres poniendo fé ciega en que la cuerda a la que llevas atados los pies mide los centímetros exactos para soltar toda la adrenalina acumulada sin que te destroces el cuerpo. Bologna está plagada de puentes metafóricos y te tienes que tirar porque no te queda otra.
Catorce días aquí han dado para que lleve más cervezas encima que probablemente todo el año anterior junto, también más pizza y kilómetros andados. Cosas della Italia supongo. El ritmo bolognés no tengo claro del todo que esté hecho para Sara Lee, pero como dicen por aquí: Bologna non sei tu a farla tua, é lei a farti sua.
Muchas colas después de la primera sigo sin tener el learning agreement finito, pero colecciono carnets de todo lo imaginable. Tras un primer día de clase completo en italiano, comprendo que la Complu no está tan mal, pero que aquí hay una passione diversa per las cosas. Tengo pendiente empezar a bailar y hacerme con una bici. Me he prometido que no tardaré más de una semana en ello.
Via del Patrello anochece entre risas y un buen rollo inesperado. Como de costumbre las primeras impresiones se quedan en eso y no mucho más. En mi caso vale mucho más una buena pasta italiana (si es de desayuno mejor) que mil palabras para saber que me espera un buon anno cui a Bologna.
"Si crees en los sueños ellos se crearán", me dijo Guille una vez, y lo escribí en la casa de Julietta à Verona este Sabato. Saber que todo esto tiene fin pone el toque de magia y la patada en el culo que necesito para que todo vaya bien.
SaraLee