martes, 16 de octubre de 2012

Caracas 1. Vuelo y primer día.

Iberia MAD-CCS: 9h25min. Salida: 13.05.... Espera, no era a las 13.30?? Vaya, yo que iba para llegar una hora y media antes resulta que ahora llegaré al aeropuerto SOLO una hora antes. Y eso me pasó. Y ahí se me ve facturando, colándome de todos y corriendo hasta la Terminal R que, mira qué casualidad, es la que queda a 22min. Pero en 19min cierra mi vuelo. Bueno pues a correr.
Al final llegué. Por eso escribo 'Vuelo y Primer Día', pero en la cola de embarcar yo pensaba, como muchas otras veces: ya te vale Sarina.

De 9h dormí 5, el resto se fue en comida, merienda y leer un poco. Llegamos, en la aduana te preguntan: 'lleva usted explosivos o armas?' Mmmm no, déjame pensar, no, creo que en este viaje no.. 'y qué viene usted a hacer en Venezuela?' visitar a mi novio. 'puedo ver su boleto de vuelta? .... Chévere, buena estancia'.

Y así entra uno en Venezuela, con muchos euros y la intención de quedarse un buen tiempo. Easy.
El viaje del aeropuerto a Caracas son 40 min, pasando la sierra del Ávila y subiendo a 915m, altura en la que se encuentra el valle de Caracas. El modo de conducción: intuitivo. Los espabilados van por el arcén. Exclusivamente todos los coches llevan los seis cristales tintados, por seguridad. Los pósters de Chávez abundan. Llegando a Caracas, y ya totalmente atardecido y oscuro se empiezan a ver lucecillas alrededor, como luciérnagas: son los barrios, los 'ranchitos' de las afueras. Ocupan muchísima extensión de las montañas, y aunque sea Caracas, están muy lejos. Así de grandes son.

Al llegar de noche el único plan es aguantar despierta lo máximo posible para adaptarse al horario de 6h30min menos. Fácilmente aguantable, lo explico: si sales en España hasta las 6 de la mañana y al día siguiente te levantas hacia las 2 para comer (y porque tu madre ya te está riñendo) es como acostarse aquí a las 23.30 y levantarse a las 9.30. Muy fácil adaptarse, la resaca del jetlag aparece en el vuelo de vuelta.

La bienvenida al despertarse era increíble. Desde el piso de Hugo (mi buen samaritano) se ve la cordillera del Ávila y parte de la ciudad (foto1). La mañana se fue en cambiar euros-bolívares y hacer la compra. Grandes ciudades necesitan moverse lento.
El Bolivar estaba esta mañana a 14=1€ en el mercado negro y a 6=1€ el cambio oficial. Es decir: cambiar en el banco te hace perder dinero, pero el otro cambio es ilegal, y yo no me pronunciaré en asuntos ilegales.

La tarifa de internet para el móvil es 15€ el mes, llamadas incluidas y 1Gb... Incomparable con España. Por lo demás, la ciudad es cara, como cualquier capital.

A la tarde nos sorprendió una buena lluvia tropical, con rayos que metían miedo por la cabeza. Qué se hace en Venezuela cuando llueve? Quedarse en casa, leer un poco un libro sobre Venezuela y beber ron autóctono, en mi caso. Y dejar que pasen las horas.
Hasta la semana que viene no tengo dos encuentros con mis próximos posibles jefes, hasta entonces, a conocer poco a poco la ciudad a su ritmo, lento, y a seguir con esta botella de ron Selecto de la Hacienda de Santa Teresa (foto 2), con ruidos de policía y ambulancia de fondo, como en las grandes ciudades en las películas.
Caracas cominciamo, 24h aquí, dos paseos por la ciudad, una mañana a 30ºC y una tarde de tormenta y yo ya me siento adaptada, y convencida de que me va a gustar.
Saraillana <3

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