lunes, 5 de noviembre de 2012

Bologna: lo que se aprende...

"Lo que se aprende en la madurez no son cosas sencillas, como adquirir habilidades e información. Se aprende a no incurrir en conductas autodestructivas, a no dilapidar energía por causa de la ansiedad. Se descubre cómo dominar las tensiones, y que el resentimiento y la autocompasión se encuentran entre las drogas más tóxicas. Se aprende que el mundo adora el talento, pero recompensa el carácter. Se comprende que la mayoría de la gente no está ni a favor ni en contra nuestro, sino que está absorta en sí misma. Se aprende, en fin, que por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás, siempre habrá personas que no nos quieran. Esto es una dura lección al principio, pero al final resulta muy tranquilizadora".

Di con estas palabras hará ya casi 3 años en la bilblioteca de la que fue mi casa en Madrid mientras estudiaba junto a Pablo. Él las tenía escritas en su cuaderno personal, las había encontrado en un artículo de "El País" y yo me las apropie. Me parecieron muy adecuadas en el momento que estaba viviendo, y este fin de semana me han vuelto a resultar útiles.

El erasmus, Mi Erasmus, esta dando para mucho... Aunque si me preguntáis en privado diré que para mucho de lo de siempre.. Me explico: estoy en Italia sí, en una ciudad preciosa que me ofrece mil planes cada día, hablando italiano, francés e inglés a diario, viviendo con dos italianos y moviéndome en bici, entre otras tantas cosas que suponen novedades a mi rutina madrileña... pero... cuanto más sales de casa más te das cuenta de que es todo lo mismo, cambia la fachada pero por dentro somos todos personas y las personas no cambian tanto en función del país, la cultura o el idioma. El egoísmo (si me pongo en plan negativo) está repartido "da per tutto" y sí, también el cariño y la confianza y las risas.. que aunque haya pasado unos días de encerrona y comedia romántica con chocolate, la vida en Bologna sigue siendo increíble.

Ha pasado Hallowen y he dado de casualidad (porque no podía ser de otra manera) con dos de los centros ocupados que hay en Bologna. Digamos que son tipo "Tabacalera" madrileña y son una pasada. He aprendido en estos días que en Italia tambien hay independentismos y que en el norte se sienten más alemanes que italianos... Que la música en acústico en Bologna vas a dar con ella aunque no la busques, que la plaza mayor sigue viva aunque la temperatura empiece a descender más de lo que yo quisiera y que no hace falta mucho alcohol para que en un viejo apartamento convertido en bar me de por sentarme al piano a tocar "los mosqueteros"... Tambien que al lado del centro de bologna hay un río, no muy bonito que digamos, pero si para llegar a él te lleva tu compi de piso sentada en la parte de atrás de tu bici gritando en Italiano bajo el sol que todavía sale por aquí, merece la pena el riachuelo y los kilómetros de viaje hasta él.

Piano piano si va lontano que dice mami...

@SaraLee



2 comentarios:

  1. Qué razón tienes, cambiamos de país y de personas a nuestro alrededor pensando que cambiamos de vida y hacemos algo emocionante. Pero somos la Sari de siempre. Con el tiempo todo lo que al principio era novedoso y exciting se vuelve rutinario y puede llegar la sensación de vacío. Que no nos pase, recordemos quién somos, aceptándolo con la paz interior de quien se quiere mucho :)Sara Illana

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