De vuelta en enero y, aunque ya a mediados y sin prisa, de vuelta a los conciertos de la Orquesta Simón Bolivar. Ayer, y con motivo del 38 aniversario del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela la OSB inauguró la temporada 2013 con un concierto a las 11am en el que interpretaron el 2º concierto de cello de Shostakovich y la 5ª Sinfonía de Prokofiev. Pero antes de eso, de 8-11am me esperaba una grabación con el violinista Enmanuel Maestre de Aires Gitanos de Sarasate y el Concierto para violín de Sibelius. La anécdota que nos quedó de tal grabación (a parte de la de aparecer con pocas horas de sueño cada uno de nosotros) fue la de que me picara en el pie una hormiga roja en medio del primer movimiento de Sibelius. ¡Dolor indescriptible! ¿Por qué a mí? La última vez que me pasara eso fuera en Paris de cría y acabara en urgencias. Pero ayer no había tiempo.
Después de cada concierto de la OSB mucha gente sale a comer y opta por el mercado peruano que se pone en Colegio de Ingenieros todos los domingos, en frente de la Sede. El calor era agobiante y el sentido de 'guardar cola' en este país no existe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario